Musica De Puerto Rico, Historia Y Origen.
Nacimiento de una cultura nacional, cuando los
puertorriqueños ya se sienten diferentes a los españoles y establecen un cuerpo
único de costumbres, cocina y música y una personalidad netamente
puertorriqueña.
La música tradicional del jíbaro o campesino boricua (del
monte adentro), evolucionó de la música de los soldados españoles, de los
canarios, de los corsos, los africanos y luego los nacidos en Puerto Rico.
Estos pobladores antiguos procedieron de las regiónes sureñas de España de
Andalucía y Extremadura; de las Islas Canarias; y de la región occidental de
África. Muchos de estos sureños,
trajeron consigo razas e influencias arábes, siendo estos los "moriscos"
o musulmanes españoles.
Llegaron de España y trajeron los romances tradicionales,
géneros cantados como el seguidillo y la copla, y otras tradiciones cantadas
con descendencia morisca de una gran antigüedad. Los canarios trajeron sus
diminutos timples como los africanos trajeron las memorias de sus ritmos
sincopados, su instrumentos de cuerda hechos de higueras como sus tambores.
Algunos de estos pobladores eventualmente se trasladaron de la costa al centro
montañoso de la Isla, y en esos aislados montes ellos desarrollaron su música con características únicas.
La convergencia de las variadas corrientes culturales
configura nuestra música al combinar instrumentos, ritmos y melodías. Para
principios del siglo XIX, ya existía un formato para el conjunto típico de
instrumentos de la música rural compuesto por el tiple, el cuatro, la guitarra
y la bordonúa. Se observa además en esta época como músicos profesionales a
gente negra y criollos mulatos.
En 1828, aparece por vez primera la palabra cuatro, como
instrumento en uno de los periódicos de la época. El cuatro nacio entonces unos
70 años antes que el tres cubano que nació en 1896 con Nene Manfugas, en las
fiestas de Santiago. Siendo este nuestro instrumento nativo nacional. En el
libro "El Gíbaro 1842" Manuel Alonso nos describe los "bailes
del garabato" y en sus descripciones nos habla de la "orquesta
jíbara" en donde nos habla del tiple como el instrumento mas pequeño y
agudo, el cuatro (de cuatro cuerdas), la bordonúa que era la "guitarra
jíbara "con sus graves notas, la maraca y el güiro. Era con esta orquesta
jibara que hacían bailes como el fandanguillo, las cadenas, (el sonduro, o
matatoros) el caballo y el seis. -El
sonduro es una especie de zapateado, pero con tales arranques de entusiasmo que
no solo baila la pareja única que esta en el centro de la sala, sino que hace
mover a cuantos hay en ella.- Manuel
Alonso - El Gibaro - Cap. V. Bailes de
Puerto Rico 1842.
Vease en esta imagen de la pintura El Velorio (o Baquine) de
Francisco Oller (1833-1915), una niña con maracas en manos frente a la puerta
izquierda, un cuatrista en el medio y a un morenito con güiro en mano detrás
del cuatrista. Tambien a una pareja bailando sonduro en el extremo izquierdo.
(vea foto ampliada)
Ya para los años 1850 teníamos compañías teatrales, de ópera,
de zarzuela bandas militares, orquestas y otros viajando por nuestras ciudades
y enriqueciendo nuestro acervo cultural de las ciudades, porque al campo no
llegaba nada de esto. Tenemos que entender que las vías de comunicación entre
los pueblos eran pésimas y casi siempre recurrían a ir por la ruta acuática.
Los campesinos y peones que viajaban de pueblo en pueblo probablemente
escuchaban la música interpretada en las retretas. Los bailes de casino tocaban
música mayormente europea pero eso va cambiando ante los nuevos ritmos de la
upa, la contradanza y la habanera entre otros. Nuestro jíbaro empieza a
interpretar ritmos y piezas como el vals, la mazurka, la polka, el paso doble y
otros. Cerca de este tiempo es que empieza a nacer la "Danza Puertorriqueña"
y sus atrevidos ritmos que algunos de ellos son cercanos a la guaracha y al
seis en sus primeras formas. Entran en el panorama Manuel Gregorio Tavárez,
Juan Morel Campos, Juan Ríos Ovalle y muchos otros. Pero es Juan Morel Campos
quien en sus presentaciones y bailes tenía cuatristas entre sus músicos. Así
que ya vemos un instrumento "El Cuatro Puertorriqueño" calificado
como de "plebeyo "codeándose entre los otros considerados como mas
avanzados.
A través de los siglos la música folclórica puertorriqueña
se ha enriquecido de las influencias españolas, africanas y otras islas del
caribe. Ha sido embajadora del patrimonio histórico cultural puertorriqueño,
preservado a través de la tradición oral, de generación en generación y
posteriormente por la documentación investigativa. Se caracteriza por su
alegría y la presencia de temas cotidianos, amorosos y religiosos.
Los géneros folclóricos que más arraigo han tenido en
nuestro pueblo son los conocidos como el seis (música puertorriqueña orquestada
con los instrumentos de la guitarra, el güiro, el cuatro y el bongó e
interpretada por trovadores que improvisan en décimas). Su composición musical
consta de compases de dos por cuatro, en dos tiempos con combinaciones
sincopadas, los bailes de bomba (música y baile respectivo de origen africano
traído por los esclavos a América que se interpreta con tambores, de los cuales
uno también es llamado bomba. Se toca mayormente con dos tambores, uno de ellos
lleva el ritmo base y el otro entabla una comunicación armoniosa con el
bailador o bailadora. El percusionista de este último tambor interpreta los
movimientos de falda y giros corporales "en el caso de las mujeres" y
el zapateo y movimientos del sombrero (en el caso de los hombres) como claves
para improvisar su música. En ocasiones, puede haber un cantante que interpreta
un estribillo), la plena, canto y baile popular puertorriqueño de ritmo
afroantillano que se canta acompañado de tres pleneras o panderos
principalmente., las coplas, la guaracha, baile de origen andaluz, de ritmo
vivo y movimientos rápidos que consiste de una composición musical de dos por
cuatro o cuatro por ocho. El vals. Nació a finales del siglo XVIII, y se
convirtió en baile de salón de mayor sofisticación y delicadeza. Su composición
musical es de tres por cuatro. Música de
esta danza, la mazurka, la polca, los villancicos y cantares religiosos, las
rondas infantiles y el aguinaldo.
Eran los primeros puertorriqueños. De las montañas y las
costas, salieron los primeros cantaores criollos, personas que recordaban
cantos tradicionales y los cantaban durante los festivales. Y tambien para los
1800's llegaron los franceses corsos y de allí salieron trovadores-poetas que
improvisaban la letra al momento de cantarla. La música de trasfondo era el seis.
Y cada seis por su región. Se han contado casi cien variaciones del seis. Entre
ellos se encuentran los más lentos: el seis mapeyé, el seis andino y el seis
celinés y entre los más rápidos, el bailable seis chorreao y el zapateao.
También popular fue el seis con décima, la que daba al trovador la oportunidad
de destacar su arte de improvisación musical. La décima obligaba al trovador a
cantar en estrofas con líneas de ocho sílabas, que rimaban de manera
específica. Y el canto se hacía en conjunto de un cuatro, un güiro, y una
guitarra u otro instrumento nativo como el tiple y la bordonúa, hoy casi
desvanecidos. Esta agrupación vino a conocerse como la Orquesta Jíbara. Y esta
agrupación permaneció así por siglos hasta el presente primordial, pero veamos
sus inicios.
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